favallis escribió: ↑25 Oct 2023, 08:50
Gallego rompe su silencio tras su salida del Sporting: un equipo "temible", la espina de su adiós y su relación con Javier Martínez
"Que la afición entienda que llegará un bache de resultados y será más importante que la plantilla para salir adelante y recoger frutos al final de temporada"
me gustaría ver la entrevista a ver q dice
Cruzó el Mediterráneo este verano para tomar las riendas del Anorthosis Famagusta chipriota, que ha pasado de pelear la pasada campaña por el descenso, a vivir entre los cuatro primeros. David Gallego (Suria, Barcelona, 1972) concede a LA NUEVA ESPAÑA su primera entrevista tras su salida del Sporting. Lo hace en la semana en la que a El Molinón llega el Espanyol, el club en el que nació como entrenador. "Este equipo tiene muy buena pinta", repite, desde Larnaca, sobre el conjunto rojiblanco. Habla de presente, pasado y futuro en clave sportinguista.
–¿Verá el Sporting-Espanyol?
–Lo veré, cien por cien. Ese no me lo pierdo. En todas las cafeterías de Larnaca hay siempre un televisor con fútbol y si pides la Liga española, te la ponen, pero éste lo veré en casa, tranquilo.
–Apunta a gran partido.
–Por propuesta de los dos equipos y estadio, va a ser un partido atractivo. Más por eso, que por el puesto clasificatorio en el que llegan ambos. Veo un partido bonito para el espectador y quizá no tanto para los entrenadores. Me apetece mucho ver qué propuesta tendrán, el plan táctico. Ya sabe, los entrenadores miramos otras cosas.
–¿Qué planes espera encontrarse?
–He seguido la Liga española menos de lo que me gustaría, porque estoy más centrado ahora en el fútbol chipriota, en los rivales, pero miro especialmente la Segunda. A Luis García le gusta llevar la iniciativa y tiene entre manos un Espanyol con un potencial tremendo. Es un equipo que te obliga a estar atento los cien minutos que dura el partido. Y si te despistas, te sentencia. El Espanyol es candidato número a uno a estar en ascenso directo.
–¿Y respecto a Ramírez?
–Me gusta desde fuera comprobar que ofrece diferentes onces y distintas maneras de variar la estructura. Habla de la riqueza de la plantilla. Eso es mucho. El Sporting también propone mucho. Es de los equipos más atractivos de Segunda. Además, El Molinón aprieta bastante. Se me ponen los pelos de punta al hablar de ello. Será una caldera ante el Espanyol.
–¿Qué le gusta del Sporting?
–Este Sporting intenta ser protagonista, no especula, va a por el rival. Es un equipo rico, genera competencia y eso le está uniendo a la grada. El momento que atraviesa y la comunión con la afición les hace ser un equipo temible.
–¿Cree que podrá estar al final peleando por los seis primeros puestos?
–Sé que en Gijón siempre hay ese objetivo, independientemente del momento o de la plantilla que puedas tener. También sé lo complicado que es la Segunda División. Por lo que se ve, por la plantilla y esa comunión con la afición, es uno de los equipos que, sin duda, hay que tener en cuenta para esas seis plazas. Hay más, ojo. ¿Es fácil conseguirlo?, no. ¿Hay que tener en cuenta al Sporting?, sí.
–Campuzano, al que conoce bien, suma dos goles en las últimas dos jornadas.
–Siempre he dicho, y lo mantengo, que si tiene continuidad forma con Djuka la mejor pareja de delanteros de Segunda División.
–Usted ya pasó en Gijón por buenos inicios sin el final esperado.
–Estar arriba a final de temporada te lo marcará cómo salgas del bache que te llega siempre. Si esa mala racha no se alarga mucho, a final de año estás metido en la zona alta. Pero como se alargue…
–¿Cómo valora su etapa en el Sporting?
–Hicimos un primer año espectacular, la pena fue la pandemia y no poder disfrutar y aprovechar el factor afición. Nos caímos de la promoción a falta de dos jornadas, pero creo que hicimos un gran trabajo y se revalorizaron muchos jugadores. Del segundo año estoy contento, pero estuvimos tiempo sin ganar y esto es fútbol. En todo caso, cuando nos cesan teníamos un partido ante el Zaragoza que, si ganábamos, nos poníamos a cuatro puntos del play-off. Me dio rabia porque pensaba que ya habíamos superado la situación más crítica de la temporada.
–¿Qué faltó?
–Nunca sabes. Las cosas pasan porque pasan. En diciembre hablábamos de mi renovación por dos años más, sin embargo, fue una decisión mía esperar a más adelante para abordarlo. No sé qué hubiera pasado si entonces hubiera renovado. El equipo mereció más y no tuvo premio. No tengo nada que reprochar a nadie. A los jugadores, cero. Los jugadores estaban a muerte con los objetivos y con el cuerpo técnico. Si no, no hubieran competido como lo hicieron hasta nuestra salida. Así que, cuando uno da todo con honradez, nada te puedes reprochar. Estoy agradecido a todo el mundo.
–¿Mantiene relación con Javier Martínez tras aquel “incidente” en el túnel de vestuarios?
–Con Javier la gente está confundida. Tengo una relación exquisita. Es una persona diez. Lo que pasó en ese vestuario fue que hice un comentario porque entendí, en una reunión anterior, que si no ganábamos el día del Huesca estaba fuera. Se lo dije, en tono cordial y él me respondió como en plan "qué estás diciendo". Alguien interpretó otras cosas y se lió más por otras personas. Mi error fue que en ese momento no tenía que decirle nada a nadie, ni en ese lugar. Hay gente que aprovechó eso para hacerme daño. A Javier le veré cuando vuelva a Gijón, que espero sea pronto.
–¿Y con Javi Rico?
–Lo mismo. Confió en mí. Es trabajo y hay que tomar decisiones. Llegó el momento en que decidió destituirme. Tienes que ser consecuente. Voy a respetar siempre el trabajo y las decisiones de los demás, como me gustaría que hicieran conmigo. En el fútbol se nos valora por los resultados. Si ganas, todo está bien, y si pierdes, por mucho que hagas cosas bien… Pasa en todos los equipos del mundo.
–¿Por qué eligió irse este verano a Chipre?
–Había posibilidad de algún equipo de Segunda que no se acababa de concretar, así que consideré que era el momento de tener una experiencia nueva. Me atraía mucho probarme fuera, conocer un idioma nuevo y otra cultura. No estaba para esperar. Acerté. Me encontré mejor de lo que pensaba. Marchamos cuartos, empatados a puntos con el tercero. Nuestra ciudad está ilusionada de nuevo con nosotros. Tenemos una afición muy pasional y se está generando algo similar a lo de Gijón. Aquí el formato es distinto. Cuando acaba la Liga regular, los seis primeros compiten por el título y los ocho últimos, por no descender. Lo importante ahora es meterse arriba y estar cerca de los tres primeros, las plazas que dan acceso a Europa.
–Tiene en su equipo a un exrojiblanco muy querido en El Molinón, Guerrero.
–Es un ejemplo de profesional, un jugador muy determinante para nosotros. Lleva unos números brutales, pero tuvo una lesión de hombro, le operaron, y ahora estará parado un par de meses. Es un jugador diferencial.
–¿Qué le diría a la afición del Sporting en un momento como éste?
–Soy una persona que no va dando consejos a nadie. Diré lo que me gustaría encontrarme si estuviera ahí. Que la afición entienda que habrá momentos difíciles, baches de resultados, y que ellos son incluso más importantes que la plantilla para sacarlos adelante. El Molinón no suma, multiplica. En ese momento hay que sacar al equipo adelante lo antes posible y su ayuda será fundamental para conseguirlo y que luego se recojan frutos a final de temporada. El equipo tiene que dar, sí, pero muchas veces da y no salen los resultados. Si da, la afición tiene que sumar porque el Sporting es de los pocos clubes que tienen esa ventaja. Hay que aprovecharla.
–¿Y usted con quién va el sábado?
–¡No me haga esa pregunta! (se ríe) Soy honesto. Mi carrera ha sido más larga e intensa en el Espanyol. Fue el club que me dio la oportunidad de ser entrenador y de entrar en el fútbol profesional, por eso me siento un perico más. Le diré que me gustaría que los dos consiguieran el objetivo y si esta vez no gana el Espanyol, me duele menos.